Diversos son los requisitos legales que debe cumplir el aspirante para ser agente aduanal, según lo previene el artículo 159 de la Ley Aduanera; requisitos que van desde ser mexicano por nacimiento (fracción I), se es o no se es, hasta haber aprobado los exámenes de conocimientos y psicotécnico (fracción IX); pasando por algunos realmente absurdos, como el de no tener parentesco con el administrador de la aduana de adscripción (fracción V), aunque, por fortuna, no se tiene conocimiento de que alguna vez se hubiese negado una patente por incumplimiento de este requisito.
El proceso de otorgamiento de patente haya estado libre de accidentes, tal como sucede en estos días y, sin que esto pretenda servir de consuelo, la verdad es que no existe un manual que diga cómo instaurar un proceso de otorgamiento de patente de agente aduanal y no perecer en el intento.
El problema para la autoridad es cuando no existe esa paciencia, y el nuevo agente aduanal permite que otros, que sí cuentan con clientes y con una infraestructura robusta, manejen su patente a cambio de un ingreso económico periódico.
Muchos de estos casos, tarde o temprano, desembocan en procedimientos de cancelación de patente, pero, aunque ésta se lleve a cabo, no deja de apuntar al fracaso del proceso de otorgamiento de patente de agente aduanal, al menos por lo que hace a la hipótesis planteada.