Desde mi perspectiva, la Agencia Nacional de Aduanas Mexicanas, tuvo varios tropiezos, comenzando por el cambio continuo de reglamentos, lo que denota un desacuerdo a nivel interno entre lo que era la aduana y el SAT, generando una pelea de poder donde este segundo limitó las facultades que debieron ser trasladadas para la ANAM; sin embargo, eventualmente deberán ser asignadas para una correcta operación.
Resulta inverosímil que la aduana solo pueda determinar ingresos federales aduaneros, que es un nuevo concepto del reglamento interno de la ANAM, pero esté limitado al no poder determinar IVA, cuando la mayoría de las mercancías generan IVA, por lo que resulta increíble que un trámite que comienza en la aduana, deba ser enviado al SAT para determinar su crédito fiscal, esto sin haber alguna razón aparente, por la cual la ANAM no pueda determinar contribuciones, entendiéndose estas como cualquier impuesto, por lo que considero que es imperativo que se le asignen estas facultades operativas a la ANAM.