El gigante automotriz ha decidido trasladar la producción de su modelo Focus de Michigan a la planta que tiene en China y no a México, como lo había anunciado a principios de año.
Ya no será
Será a partir de la segunda mitad del 2019, posterior a la primera etapa de producción en una de sus plantas en Michigan, EEUU, que Ford iniciará la producción del Focus próxima generación; sólo que no será en la planta de Hermosillo, Sonora como ya se había estipulado en enero de este año, sino en el continente asiático, en China, debido a que es en dicha planta donde cuentan con la infraestructura necesaria para la producción de este modelo y lo que les implica un ahorro mayor a 500 millones de dólares.
Por otra parte, la empresa destacó que EEUU en el segmento de autos cayó del 2016 con un 42.2% a un 38.4% hasta abril del 2017, estas cifras junto a estudios propios que indican que “los consumidores se preocupan mucho más por la calidad y el valor que por el lugar de abastecimiento”, los han motivado a proveer globalmente y a los estadounidenses con modelos provenientes de China y Europa.
Todo sea por ahorrar…
No sólo será el ahorro de más de 500 mdd que se llevan a la bolsa, también son otros 1,600 millones que se ahorraron al anunciar a principios de año la cancelación de una nueva planta en San Luis Potosí, cuyo “premio de consolación” fue la promesa de que sí entregarían una línea de producción a la planta de Hermosillo, sin embargo hoy vemos que esto tampoco será así. Ahora son más de mil millones de capital que serán reinvertidos en el negocio y de lo cual México no verá ni un sólo peso.
Es cuestionable esta situación y que Ford le está dando la oportunidad a China por su destacado potencial, siendo que en el 2016 México se posicionó en el 8vo lugar como exportador de autos en el mundo, mientras que el país asiático, ocupó el lugar número 22.
Al respecto, Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics ha hecho saber que puede que esta situación contenga un trasfondo político influenciado por Donald Trump, sin embargo tenemos que esperar a las consecuencias derivadas de las decisiones de esta compañía.
Esta vez no festeja, posiblemente haya castigo
Contrario a la vez en que se canceló la inversión de una nueva planta en territorio Mexicano y que el actual mandatario de EEUU, Donald Trump, lo aplaudió básicamente porque hicieron caso a la amenaza de que si se importaban autos desde nuestro país, impondría un arancel de 35%; en esta ocasión el representante de Comercio Exterior, Robert Lighthinzer, expresó que “es muy preocupante”, así que la decisión en cuestión será revisada, para descubrir incentivos de fondo que no sean por razones económicas, de resultar ser así, el gobierno estadounidense “debería tomar medidas”.
Dichas “medidas” se refieren a sanciones que Trump advirtió a todas aquellas grandes empresas automotrices que trasladen su producción fuera de EEUU, ocasionando pérdidas de empleos en el país. Hasta el momento, Joe Hinrichs, presidente de operaciones globales de Ford, sólo ha expresado: “China recibe mucha atención, veremos cómo funciona esto”.
Ante esta situación, podemos concluir tres cosas: 1) México puede verse claramente afectado en el sector automotriz en cuanto a competitividad y números (habría que esperar a considerar futuras cifras), 2) Ford no cumple promesas y 3) el Gobierno de Donald Trump hasta el momento ha repercutido grandes cambios para nuestro país, a base de amenazas.
