Debido a la conminación del presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, de romper o renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); diversos países están tomando medidas de prevención para mitigar o aprovechar las consecuencias que este cambio generaría.
Evidentemente existe incertidumbre por parte de empresarios, economistas, exportadores, importadores y todo aquel interesado en las futuras relaciones y movimientos del Comercio Exterior. Una de las preocupaciones más relevantes en nuestro país, es la relacionada con la importación de mercancías, particularmente los agropecuarios, como son leguminosa, cereales, frutos, carnes y productos de origen animal; siendo uno de los mayores proveedores Estados Unidos de América.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); México compra al país vecino del norte múltiples productos, principalmente trigo, por 914 millones de dólares, soja por 1,559 millones de dólares, y maíz, siendo el producto que más adquiere con 2,503 millones de dólares. Sin embargo nuestro México tiene la participación de otros países que fungen como proveedores, como el caso de Canadá con 7.1%, Chile 2.4% y China con 2.2%; por lo tanto el escenario actual sería propicio para crear nuevos puentes para otros abastecedores como América del Norte y del Sur, Asía e incluso Medio Oriente.
Recordemos las palabras del Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo “Les advierto: la apertura para granos y productos agrícolas y agropecuarios de Brasil y Argentina les va a comer el gran mercado que hoy ustedes tienen en México”, “Entonces, nada más les estoy avisando que mucho de lo que se está haciendo nos está llevando a amarrarnos con el resto del mundo para volver a equilibrar”, estas palabras hacen referencia y añaden una invitación a los países a negociaciones como es el caso de Brasil, al ser el segundo exportador de carne a nivel mundial con 13,078 millones de dólares, de acuerdo con la Organización Mundial del Comercio.
La nueva apertura de agroimportadores en nuestro país, es consecuencia (entre otros elementos) de las declaraciones que el mandatario Trump ha manifestado desde el año pasado; sin embargo por otro lado también se crean dudas por la posible implementación del Impuesto al Ajuste Fronterizo, Border Adjustment Tax (BAT), que equivale a un 20% a las importaciones que entren al territorio estadounidense, por lo tanto todos los productos mexicanos que se ofrecen en sus tiendas aumentarán el coste, afectando al consumidor y obligándole a voltear la mirada a productos hechos en EE.UU.
En este sentido, diversos expertos han asegurado que para aplicar los impuestos que propone Trump con la finalidad de sufragar los gastos del muro fronterizo, primero será necesario que Estados Unidos salga del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y de la Organización Mundial del Comercio, ya que de no hacerlo estaría violando el principal objetivo del organismo y del TLCAN: El comercio libre, sin impuestos.
Al respecto Víctor Keller, Director General de la firma de asesoría fiscal Grupo KMC, ha referido que «En caso de que Estados Unidos pretenda salirse del TLCAN deberán transcurrir seis meses para que se dé por finiquitada la relación; además de que esta decisión también depende de la aprobación de su Congreso».
Por otra parte Manuel Toledo, integrante de la Comisión Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, coincidió en que Estados Unidos debe respetar las reglas de esta regulación internacional y dijo que ese impuesto afectaría más a las empresas instaladas en el país vecino del norte.
El gobierno de Estados Unidos de América tiene que tomar en cuenta que los productos mexicanos de vendan en su país tendrán un costo mayor al que el usuario está acostumbrado, por dicha razón, existe incertidumbre con respecto a si es asertiva la decisión de implementar el Impuesto al Ajuste Fronterizo (BAT) para todo aquel productos de origen mexicano, ergo, tendrá un mayor costo.
José Calzada Rovirosa, secretario de SAGARPA, declaró que México está en miras de crear sinergias con los países, entre ellos los árabes, en materia de la industria agroalimentaria, con un proyecto a futuro en cinco años más, importando entre 80 y 90% de sus insumos; siendo la agroindustria y vehículos, mercados que tienen la capacidad y prospección importante para la economía.
¿Cómo afecta esto a la economía mexicana?
A pesar de que el pago de impuesto por exportación es solventado por el consumidor estadounidense, existen posibles golpes que la economía mexicana debe prever; como es el cierre de relaciones entre las empresas y los productores de nuestro país, ya que implicarían un mayor costo para la fabricación del producto y por lo tanto un precio superior, además de que los diversos consumidores de productos mexicanos retiren sus inversiones en México, lo cual afectará a la industria, como muestra el 5% que se estimaba este 2017 en crecimiento económico, sin embargo ahora se espera entre el 1% y 2%.