La Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), anuncio la reducción de las operaciones de aterrizaje y despegue en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM) de 52 por hora se van a generar 43 por hora. Esta medida entra en vigor a partir del 1 de septiembre, luego de que dos estudios especializados por la Dirección General del AICM y Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM) determinaran que el aeropuerto capitalino se encuentra saturado.
La medida ha sido duramente criticada por las aerolíneas, ya que consideran que afectará la conectividad y provocará retrasos y cancelaciones de vuelos. Además, de los estragos que tendrá en el sector industrial, comercial, turístico y por supuesto con los sindicatos.
De acuerdo con declaraciones emitidas ante los medios de comunicación por fuentes fidedignas, “En meses pasados de 61 operaciones que se tenían por hora, se llega a un consenso con más de 20 aerolíneas que operan actualmente en el AICM nacionales e internacionales, para reducir de manera temporal a 52 operaciones por hora’’.
Aún se desconoce la metodología por la cual llegaron a la conclusión de volver a reducirlas de 52 a 43, porque todo se realiza mediante la Guía Mundial de Slots Interportuarios, en la que se determina en métodos científicos completamente probados y sustentados, cuáles son el número máximo y mínimo de operaciones o husos horarios para operar.
Las implicaciones en el Comercio Exterior
Van a desencadenarse graves afectaciones a los tratados bilaterales que tiene México con otras naciones; por mencionar un escenario, podrían argumentar que existe una reciprocidad de 7 operaciones semanales, mismas que serían reducidas a 5, y, por lo tanto, ellos también recortarían el acuerdo, generando repercusiones tanto laborales como económicas.
La reducción en la capacidad de transporte aéreo podría hacer que las empresas pierdan competitividad en el mercado internacional. La rapidez y confiabilidad en la entrega de mercancías es crucial en el Comercio Exterior, y si se reducen las operaciones, las empresas podrían enfrentar dificultades para cumplir con los plazos de entrega y satisfacer las expectativas.
El AICM es la principal puerta de entrada al país, y el que mayores ingresos aporta en cuestiones aeronáuticas y de turismo por arriba del Aeropuerto de Cancún, ahora lo que va a pasar será una disminución del flujo, afectando a los trabajadores, donde habrá recortes de trabajo”
La postura de la IATA
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), recordó que el año pasado la frecuencia de vuelos comerciales en el AICM ya había sido reducida, como parte de la estrategia de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador para diversificar el espacio aéreo. ‘’Cualquier decisión de reducción de capacidad, especialmente en el principal aeropuerto de un país, debe tomarse con el máximo rigor técnico y operativo, con procesos colaborativos y abiertos», dijo en un comunicado el vicepresidente regional de IATA para América, Peter Cerdá.
«No podemos aceptar ninguna decisión unilateral y descoordinada que, en última instancia, obstaculice la conectividad del país que ha experimentado la recuperación más sólida después del covid-19 en toda América Latina», advirtió la organización.
Es necesario considerar medidas «alternativas» al recorte de frecuencias en el aeropuerto capitalino por el impacto que podría tener en las finanzas, la conectividad aérea y el turismo.