Lo único permanente –bajo la coyuntura de transformación que está viviendo nuestro país-, debe ser lo dinámico, el cambio. Así en todos los ramos de la industria, del empresariado y del sector público.
Esta es la visión del maestro Ricardo Peralta Saucedo, Administrador General de Aduanas, quién recientemente compartió que el periodo neoliberal no solamente contribuyó a la corrupción, sino al fortalecimiento de su funesta y coludida hermana siamesa: la impunidad.
Para el AGA, algunas instituciones públicas tienen que refundarse y reestructurarse; pues fueron transgredidas por prácticas que han llevado al país a escandalosos casos de deshonra irremediable.
Como ejemplo, declaró que todavía están pendientes aquellos 21 casos de desvío de recursos federales documentados por la Auditoría Superior de la Federación, que sumaron 302 mil millones de pesos, sólo de Veracruz; en la anterior administración alcanzaron el desvío de 61 mil MDP.
A las aduanas de México, primer frente de nuestra nación, vigías de la periferia, de la frontera perimetral y del acceso del exterior, a esta gran institución histórica le corresponde un lógico, necesario y honroso cambio. No existe sector, organización, colegio o institución académica, del empresariado o de la industria, que no coincida con esta demanda. La opinión pública lo sabe. Llegó la hora de actuar.
Así lo pone en claro el Mtro. Peralta: La propia aduana es testigo de sus urgentes necesidades, hace varios años que no se le proporciona uniformes al personal, ellos lo tienen que adquirir con sus recursos.
En estos últimos tres meses, solamente por la percepción de lucha anticorrupción; además de su función de seguridad nacional, el comparativo con el año anterior ha superado el 25% de recaudación al fisco nacional.
La aduana debe ser agilizadora y facilitadora del comercio exterior, pero principalmente inteligente. Así lo concibe la Organización Mundial de Aduanas.
Alentar la probidad aduanera, la transparencia, la modernización de las tecnologías y la infraestructura, son de los principales compromisos de la nueva aduana.
No será fácil, la mala costumbre se niega a extinguirse por todos los años de desaseo y de prácticas desleales, pero a 86 días de gobierno, se avanza en esta reingeniería urgente, donde todas las instancias de gobierno deben poner a prueba los talentos y la creatividad de los equipos de trabajo y su liderazgo, tener una visión completamente institucional y nunca personal.