“La verdadera libertad individual no puede existir sin seguridad e independencia económica. Las personas que tienen hambre y no tienen empleo son la materia de la que están hechas las dictaduras”. Franklin D. Roosevelt.
Venezuela cuenta con las mayores reservas verificadas de petróleo en el mundo y los ingresos por venta de este producto representan la principal fuente de ingresos del Estado Venezolano.
La gasolina se vende al público a unos cinco centavos de dólar por galón, lo que representa un subsidio generalizado que aporta al déficit fiscal (en Venezuela, la gasolina es más barata que el agua embotellada).
Durante los últimos quince años en Venezuela se adoptó un sistema político con alto intervencionismo estatal en todos los ámbitos de la vida en sociedad, que sus promotores denominaron “Socialismo del Siglo XXI”. El presidente Hugo Chávez Frías, electo el 6 de diciembre de 1998, tomó posesión el 2 de febrero de 1999. Al principio del Gobierno de Hugo Chávez la vertiente de justicia social fue muy favorecida, la pobreza se redujo del 50% al 30%, y la pobreza extrema del 22% al 2%, el índice de Gini se colocó en 0.41 siendo uno de los más bajos en los países de Latinoamérica.
Hugo Chávez falleció el 5 de marzo de 2013. El vicepresidente Maduro quedó al frente del ejecutivo de forma interina, hasta la celebración de nuevas elecciones el 14 de abril de 2013 logrando la victoria con apenas 200,000 votos arriba de su principal rival. Si se piensa que el heredero de Hugo Chávez actúa por el bien, la independencia y la soberanía de su territorio, hay que ser más que inocente. Al impreparado e ignorante Maduro le gusta el poder y no piensa en soltarlo, así acaben en una guerra civil.
A lo largo del mandato de Maduro, se agudiza la escasez en Venezuela, esta situación se da en productos con precios regulados. Esta situación ha llevado al gobierno venezolano a impulsar medidas como el “Sistema Biométrico de Abastecimiento”.
En febrero de 2016, el presidente Nicolás Maduro, anunció el aumento de la gasolina, quedando en 1 Bolívar para la de 91 octanos y en 6 Bolívares para la de 95 octanos. Representando un 1,328% y 6,085% de incremento en el precio que se manejaba desde 1996.
La encuesta sobre Condiciones de Vida en Venezuela coloca la pobreza en el 81% de los hogares y el 50% de estos vive en situación de “pobreza extrema”.
En 2014 la inflación era de 68.5 por ciento y la estimada para 2017 es de 1,134 por ciento. En los últimos 15 años 1.6 millones de venezolanos han emigrado, es decir, el 5 por ciento de la población. Y el 12.1 por ciento come dos veces al día o menos.
Se han realizado fuertes protestas y marchas en contra del Gobierno de Nicolás Maduro entre abril y julio de 2017, exigiendo elecciones. Por su parte Nicolás Maduro anunció llamar a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), para crear las bases de un nuevo régimen y con este perpetrarse en el poder. Para el 16 de julio, la oposición al Gobierno de Maduro convocó a un referéndum por el “NO” en el que votaron 7’535,529 de inconformes.
La ridiculez casi siempre releva a la mentira. En su intento de inocular miedo a la población, Maduro apareció en la televisión la noche del sábado antes de la elección en un espacio transmitido en vivo: “Vamos a hacer el chequeo de mi carnet de la patria para que quede registrado que yo vine a votar y mi carnet quedó marcado para toda la vida”, arengó el mandatario, antes de entregarlo a la colaboradora, que esperaba con un celular. Sin embargo, la lectura del código QR arrojó un resultado insólito: “La persona no existe o el carné fue anulado”.
El “carnet de la patria” es un documento que regula el acceso a alimentos y artículos de primera necesidad al adquirirlos en los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). El carnet funciona con código QR, que permitirá comprar de forma electrónica y elude de ese modo utilizar dinero.
La elección de la ANC se realizó el 30 de julio, donde el Consejo Nacional Electoral dio a conocer que 8’089,320 personas sufragaron. El mismo día se reportaron al menos 15 muertos en las protestas que surgieron a raíz del rechazo de la ANC.
Sobre la participación de los comicios, la disidencia aseguró que sólo 2.4 millones, de 19.8 millones de electores, salieron a votar, mientras oficialmente se aseguró que hubo ocho millones de votantes.
El presidente Maduro quedó envuelto en un gran escándalo, luego de que la empresa que suministró la tecnología para la elección de su Constituyente asegura que el resultado fue manipulado. El presidente de la compañía Smartmatic, Antonio Múgica, declaró en Londres que sin lugar a dudas “hubo manipulación de los resultados”. “Estimamos que la diferencia entre la cantidad anunciada y la que arroja el sistema es al menos un millón de electores”.
La ex canciller Delcy Rodríguez fue designada presidenta de la Asamblea por propuesta del dirigente chavista Diosdado Cabello, lo que fue apoyado por 538 de los 545 representantes del pleno que acudieron al recinto.
La guillotina revolucionaria en la que el chavismo prometió convertir la recién estrenada Asamblea Constituyente se puso en funcionamiento el 5 de agosto. La primera víctima fue la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, a la que el Gobierno considera una traidora tras haber criticado el proceso con el que el Gobierno de Nicolás Maduro busca reescribir la constitución venezolana y quitar poder a la oposición.
El Gobierno de Nicolás Maduro ha dado un golpe de estado contra la Asamblea Nacional elegida legítimamente en diciembre de 2015 y que tiene amplia mayoría opositora. La medida rompe el orden constitucional de Venezuela.
Maduro está buscando en convertirse en un verdadero dictador. Su nueva Constituyente pretende otorgarle poderes excepcionales y despojar a la Asamblea de todas sus facultades.
Los países miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur) -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- reunidos de urgencia en São Paulo, Brasil, acordaron por unanimidad aplicar la llamada “cláusula democrática” y suspender a Venezuela de forma indefinida, por la “ruptura del orden democrático”.
La Secretaria de Relaciones Exteriores de México (SRE) no está sola en su decisión de no reconocer a la nueva Asamblea Constituyente. El problema con la posición de la SRE es la falta de coherencia. El Gobierno mexicano no reconoce el golpe de Maduro, pero no se preocupa por otros Gobiernos autoritarios. No cuestiona, por ejemplo, las medidas que restringen las libertades democráticas en Cuba y China. En el siglo XX cortamos relaciones con el Chile de Pinochet, pero no con la Cuba de Fidel Castro. Todos son iguales pero algunos son más iguales que otros.
“La libertad de expresión, la libertad de prensa y la libertad de religión tienen un doble aspecto: la libertad de pensamiento y la libertad de acción”. Frank Murphy.
